Saliendo del pasadizo subterráneo y entrando en un pequeño cuarto de almacenamiento... los corazones de la mayoría de los hombres estaban en agitación, ya que no dejaban de pensar en este jefe suyo.
El cuarto de almacenamiento tenía varias antorchas ya encendidas colocadas en sus paredes y olía a levadura enmohecida.
Parecía completamente desaliñado y en desuso, ya que a donde quiera que uno mirara... encontraría polvo, telarañas y un montón de arañas correteando por el lugar.
Los hombres siguieron al guardia oculto fuera del cuarto de almacenamiento, y hacia un pasillo masivamente largo y ancho... que tenía varios guardias estacionados en diferentes puntos.
Mirando el pasillo, los hombres quedaron completamente sorprendidos por lo contrastante que era en comparación con el pequeño cuarto de almacenamiento que acababan de dejar atrás.
Estaba limpio y parecía que estuvieran en algún tipo de Estado de entrenamiento de caballeros.