—Su majestad... Rey-Padre Lucio ya ha llegado y lo espera afuera. —Gracias, Betsy.
Además de dar instrucciones para esas reuniones, hoy, Landon también tenía que atender algunos asuntos en Desembarco del Rey.
Hace 5 días, los principales soldados militares allí habían solicitado tener una reunión con él y con Lucio.
Se trataba de seguridad.
Rápidamente salió de uno de los edificios del castillo y se subió al coche de Lucio.
¡Bam!
—¿Cómo fue? —preguntó Lucio, con una mano en el volante y la otra en el joystick.
—Deberían estar bien por ahora... pero no es gran cosa, ya que replantearemos su plan de acción dentro de 2 días —dijo Landon mientras se ponía el cinturón de seguridad.
—Hmm... aún tenemos tiempo. Pero por ahora, permíteme darte un breve resumen de lo que está pasando.
¡Vrrrrrmmmmmm!
Mientras Lucio hablaba, comenzó a conducir como si estuviera en una especie de carrera.
Landon se agarró del coche y no pudo evitar rezar en silencio en su corazón.