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—Su majestad Landon... —Su majestad... ¡Estamos aquí para asistirle!
Landon se giró, para ver a más de cien personas corriendo con linternas y otras herramientas también.
—Su majestad... ¿está usted bien?
Varios de ellos preguntaron mientras corrían frenéticamente hacia Landon.
Al principio, al entrar en la cueva... Lucius y los demás habían estado caminando sigilosamente, y despacio.
Primero pasaron los primeros 4 Mucines muertos... antes de pasar 12 más... 11 más y así sucesivamente.
Y cuanto más pasaban, más sorprendidos estaban.
¿Era su majestad incluso humano?
Efectivamente, su majestad era sin duda un genio de la batalla para lograr semejante hazaña.
Y cuantos más Mucines muertos veían... más confianza sentían en las habilidades de Landon.
Continuaron avanzando lentamente hasta llegar a la región donde se encontraba Landon.
De hecho, acababan de llegar... cuando escucharon disparos.
Y cuando entraron, el último Mucin ya estaba muerto.