—En el suelo, varios hombres temblaban de miedo en ese momento.
—Eran solo pobres mensajeros, ¿por qué tenían que ser tratados así?
—Sus ojos se encontraron con los del Tirano, y inconscientemente se sintieron como si suplicaran por misericordia.
—Sus cuerpos delgados y frágiles temblaban, mientras observaban al tirano colocar la carta que acababan de entregar sobre su mesa.
—¡Cielos!... ¿por qué ellos?
—En cuanto al tirano en cuestión, lo miró con furia mientras retorcía su pañuelo.
—Por supuesto, el tirano en cuestión no era otro que Nopline.
—Llevaba gruesas túnicas azules, y su atuendo completo se destacaba aún más con todas las joyas que llevaba.
—Tenía varios anillos en sus 10 dedos, así como varias cadenas de oro alrededor del cuello también.
—En resumen el hombre parecía dinero.
—Sacudiendo su gran trasero en su silla, luchó por levantarse de su asiento con la ayuda de algunos de sus hombres alrededor.