Vida en Prisión

—¡Muere!

Esos tres reclusos lanzaron rápidamente sus ataques al dúo al mismo tiempo.

—¡Pitchu!

Golpearon tan fuerte que el dúo cayó sobre las mesas más cercanas a ellos... arruinando la comida de todos en esa mesa.

Y así, toda la escena actuó como una reacción catalizadora... Con algunas personas unirse a la pelea, ya que también estaban enojados de que su comida había sido lanzada así nomás.

El lugar entero se había convertido en una enorme arena, con varias personas asfixiándose unas a otras, arañando, rasguñando, golpeando, pateando e incluso saltando sobre las personas más cercanas a ellas.

—¡Pitchu!

—¡Ahhh!

—Maldito de la secta de los colmillos —dijo uno—. ¿Cómo te atreves a patearme, un miembro de Escorpio?

—¡Al carajo con tu pandilla! —contestó otro—. ¿Quién te crees que eres? Si sabías que eras tan débil, entonces ¿por qué te ponías en mi camino cuando intento enseñarle una lección a ese otro bastardo?

—¡Pitchu!