Batalla Final 2

—Sí, tenían que escapar inmediatamente... o de lo contrario, ¿no sería su turno de morir más tarde?

Los bandidos entraron en pánico aún más al pensar en su futuro, y rápidamente se arrodillaron ante los hombres que habían sido enviados aquí para vigilarlos.

—Plup!

—Por favor, tengan piedad de nosotros, nobles.

—Si nos liberan ahora, prometemos darles todas nuestras pertenencias.

—¡Sí! ¡También prometemos no volver a estorbarles, así que por favor déjennos ir!

—Nobles... Yo... Yo sé dónde está todo el tesoro en esta guarida. Así que si no me dejan ir, ¡jamás lo encontrarán!

—Hmph! ¿Eres el único que conoce su ubicación? Señores, ¡no le hagan caso! ¡He estado aquí mucho más tiempo que él, así que definitivamente conozco mejor el lugar!

—Por favor, nobles, tengo una enfermedad contagiosa que podría afectarlos a todos si me dejan quedarme aquí. Así que por la seguridad de todos los demás, ¡por favor déjenme ir!

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