—Suspiro... Primitos, estaba tan aburrido en ese vehículo... Así que decidí venir a veros en su lugar.
—Hm... Estos cacahuetes están tan buenos.
—Eh... ¿Alguno de vosotros quiere?
(^_^)
Las miradas que tanto Connor como Eli le lanzaron a Guillermo, fueron suficientes para enviar a cualquiera a una tumba temprana.
¿Cacahuetes?
Estaban hablando de traición aquí, ¿y este bastardo se atrevía a hablar de cacahuetes?
¡Tío!
Aprende a leer el ambiente, ¿vale?
Connor colocó su mano derecha en su pecho como si intentara controlar su ritmo cardíaco.
¡Qué odioso!
Miró al traidor frente a él y no pudo evitar preguntarse si el tipo tenía algo suelto en su cabeza... De lo contrario, ¿cómo podría preferir este tipo de idiota como líder?
Landon miró a Guillermo y sonrió con ironía... ¿Por qué era este tipo tan desvergonzado?
Por supuesto, Landon mismo no sabía que él era de hecho el rey de la desvergüenza.