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Ling Xiao miró al Señor Celestial de la Luz Dorada con sus ojos, preguntándole si debería ser indulgente con Leng Hao o no.

Sin embargo, lo que el Señor Celestial de la Luz Dorada le transmitió fue

—Dale a ese chico una buena llamada de atención por mí. El nivel de cultivo de este niño ha avanzado rápidamente y se ha vuelto un poco demasiado arrogante. Su orgullo necesita ser controlado.

—Está bien entonces.

Ling Xiao esbozó una sonrisa irónica. Este Señor Celestial de la Luz Dorada, realmente, no disciplinas a tu propio discípulo sino que me haces hacerlo a mí, suspiro.

Solo intentémoslo.

Los espectadores estaban todos deseosos de ver esta pelea, después de todo, Leng Hao era considerado uno de los dos grandes genios al igual que Ming Tian, aunque su nivel de cultivo era ligeramente insuficiente, esto se debía a su fundamento originalmente más pobre.

En términos de velocidad de cultivo, no solo igualaba a Ming Tian sino que era incluso más rápido.