Capítulo 26. "El largo recorrido."

Hola, chaval.

¿Cómo te va?

Bueno, eso espero.

¿Yo?

Eh. ¡Viva!

Un día a la vez, ¿sí?

Parece que eso es lo mío.

¿Amor?

Nada de eso parece interesarme...

Al menos, no de quien me gustaría estar enamorado.

¿Sabes?... eso suena muy egoísta.

Desear a alguien en particular.

¿Está mal querer a alguien que no te quiera a ti?

¿No es solo cuestión de gustos?

Mmm.

¿Por qué es tan complicado el amor?

¿Por qué no podemos simplemente... encontrar a esa persona, ese "amor de nuestra vida"?

¿Por qué no podemos simplemente encontrar a nuestras almas gemelas entre los 20 y los 30, pase lo que pase?

Todos los que llegamos a esa edad estaríamos bien.

Todos tendríamos esa...

Basta de mis reflexiones tontas y quijotescas...

Que lo disfruten, ¿no?

Tú, sobre todo, Chico.

Y oye...

No dejes que mi visión estoica te aleje del amor.

El amor es hermoso.

Deja que te encuentre.

He amado y perdido, y es mejor así que no haber amado nunca.

Solo quiero más, jaja.

UNO más, ¿sabes?

Bah.

Nos vemos pronto por aquí.

(Activa interruptores y marchas en el tablero de mi máquina del tiempo, que es demasiado limitada).

¡Bip!

¡Doop!

¡Vuelaa

-----

25 de octubre de 2018.

-----

Querido/a.

Muy ocupado/a.

He estado trabajando un promedio de 110 horas por periodo de pago.

Solo hago lo posible para llegar a fin de mes. He estado trabajando mucho para asegurarme de pagar nuestras cuentas.

El dinero no compra la felicidad, pero a la larga puede hacer la vida un poco más fácil.

Ahorra.

Ahorra.

Ahorra.

-Papá.

-----

Bueno, esa fue rápida, jaja.

Sencillo.

Trabajé como cuidadora residencial durante poco más de un año.

Fue... una locura.

He visto y lidiado con más de lo que puedo describir legalmente, ¡lbvs!

¡Rayos!

Ese campo no es para los débiles de corazón.

Lo dejo ahí.

Hice lo que pude por mis residentes, ¿sabes?

Me encantaba cocinar para ellos y hacía todo lo posible por preparar comidas saludables desde cero siempre que mi tiempo y presupuesto me lo permitían.

Fue catártico para mí en muchos sentidos.

Poder atenderlos y ayudarlos con sus medicamentos, la ropa y cualquier otra cosa que pudiera hacer, era muy parecido a hacer todo eso por mis abuelos.

Mi abuela falleció cuando yo tenía solo 16 años.

¿Mi abuelo? Ni idea.

Solo he conocido a algunos de los mayores de la familia paterna, e incluso entonces, era bastante joven.

Era agradable tener esa sensación, esa familiaridad.

Apreciaba a esa gente, y creo que ellos también me apreciaban.

Trabajaba hasta el cansancio, tío...

Era una locura.

A veces llegaba a trabajar 110-120 horas cada dos semanas, y ahora sé y veo que era principalmente yo huyendo del estrés y la soledad.

Estaba locamente enamorado, solo...

Lee "Viejos Diarios de un Millennial. Volumen 1".

Lbvs.

Nos vemos pronto por aquí, chico.

A ti también, amigos.

Espero que estén todos bien hasta entonces, ¿sí?

Buen viaje.

Y como siempre:

Cuídense.

Manténganse sanos.

Manténganse alerta.

-Redd.