---------------------------------------------------------------------------------------
— ¿Dónde estoy? — Siento como si estuviera en un autoAbro los ojos y veo que alguien me está llevando en una carreta con varios sacos y heno, veo a Eva en un lado también despertándose, volteo a un lado y veo a un señor mayor con ropa algo desgastada manejando la carreta al ver el carro y ver que es un carro tirado por un animal, me levanto para agradecer al señor.— Gra... ah! — No sé qué fue lo que vi haya adelante pero nunca vi una clase asi de animal.— Eh? —No sé qué estoy viendo, pero esa cosa parece como un tipo de caballo marrón robusto con un pelaje un poco largo en su lomo.— Señor disculpe ¿Qué tipo de caballo es ese? —— Jo timen lof — Se nota confundido ante mi preguntaNo entiendo lo que dices y creo que él tampoco me entiende. Así que solo le apunto a al animal que jala la carreta y le repito la pregunta.— Eh, Carnoy? —No sé si respondió mi pregunta, pero creo que se llama así. En ese momento Eva también se asomó y vio al Carnoy, para luego reaccionar de la misma forma, inmediatamente le explique que esa cosa se podría llamar "Carnoy".Sin darnos tiempo para analizar nuestra situación el señor se detuvo y nos señarlo que vayamos para el pueblo que está a la izquierda de nosotros. Nos bajamos del carro y nos empezamos a despedir, no sé si nos entendió.Fuimos donde nos apuntó, mientras más nos acercábamos al pueblo empezamos a ver más animales diferentes de los que conocemos, no sé qué está pasando pero trato de digerirlo. Al llegar al pueblo todos se veía muy extraño, mientras observábamos las casas sentimos que todos nos miraban como si no encajábamos con ellos, tal vez sea como estamos o por nuestro tipo de ropa, ya que algunas partes de nuestra ropa esta rasgada y sucia, mientras miraba a las otras personas con ropa peculiar se llegaba a asemejar casi a una vestimenta antigua como decía mis maestros de historia, además no entendíamos ninguna de sus palabras.[¿Qué clase de idioma hablan?, No puede ser ingles]Pensé en preguntarle a algunas personas de donde estábamos, pero todos me contestaban con palabras que no entendía, si nada que hacer nos sentamos bajo un árbol a pensar, ya que no tenemos forma de saber en dónde estamos y que podemos hacer.Mientras trato de calmarme con todo lo que estoy viendo, veo que no está Eva y empiezo a buscarla, mientras buscaba a Eva empecé a escuchar una multitud haciendo un alboroto, seguí los sonido y encuentre a Eva está siendo jalada por un hombre que le estaba gritando, rápidamente corrí para agarrar a Eva para que no se la lleve, durante el forcejeo que hacía solo escuchaba las palabras "Ratín" repetidas veces y en un punto vino alguien por mi espalda y sentí un gran golpe mientras escuchaba a Eva gritar mi nombre.[Tengo que levantarme]Al despertar vi que estaba encerrado en un cuarto yo solo y con un gran dolor de cabeza, me levanté y solo veo unos cajones de madera apiladas y algunas con un tipo de frutas que nunca he visto, así que decidí intentar probar uno, además si está en guardado seguro que sea comida, antes que le dé una mordida a la fruta entro alguien.— ¡Oye, ¿Quién eres y dónde estamos?! — No recibí respuestas — ¡No sabes que golpear a un niño está mal! —Él solo se limita a quedarse callado mientras yo le seguía gritando, detrás de él había un sujeto con ropas más distinguidas a las que vi.— ¿Dónde estoy? —— Ga te guma a ut — Me ignora y solo le dirige la palabra a la otra persona.De repente saca un anillo y me lo tira a mí, al colocármelo su color cambio de dorado a café.— ¿Ya puedes entenderme? —— ¿Quién eres y dónde está Eva? —— Bien entiendes —— ¡Si me entiendes responde a mi pregunta!Al escuchar empieza a cercase a mí el que me dio el anillo, pero el otro lo detiene.— Si hablas de esa chiquilla que defendiste solo sé que alguien se la llevo por el escándalo que provocaste. —— ¡Eres un...! — corrí lo más rápido así el, pero sentí un fuerte golpe en mi estómago y con el que no podría respira bien.Sentía que poco a poco el aire salía de mi cuerpo hasta que solo vi que estaba en el suelo y trataba de respirar con fuerza, pero entre más intento más me duele el estómago, antes que siga nublándose la vista levanto la cabeza.— Entiendo tu ira, pero tú tampoco tendrás suerte — Es lo último que oigo antes de perder la consciencia.