240-Hay algo mal en mis hermanastros

Helanie:

—Buenos días, ¿cómo fue tu noche? —Maximus pronunció desde atrás, uniéndose a mi caminata matutina.

Esta mañana me había equipado con el chándal ya que estaba decidida a trabajar en mi fuerza. Estaba determinada a acostumbrarme a hacer cosas más allá de mi capacidad.

—Fue rara —respondí, dando pasos largos y grandes. Maximus parecía fresco como el infierno. Tenía las mejillas rojas por el frío y probablemente estaba de camino a hacer su trote matutino también.

—Puedes seguir adelante, trotar, yo solo estoy caminando rápido —dije, actuando como si no supiera que él caminaba lento a propósito para pasar tiempo conmigo.

—Mi meta está justo a mi lado, así que no necesito perseguirla —probablemente sonrió con suficiencia. Ya lo conozco tan bien. Cada vez que hablaba y sonreía, su voz sonaba mucho más alegre.

—Maximus —aclaré mi garganta, notándolo saltar rápidamente delante de mí y enfrentarme. Ahora estaba caminando hacia atrás, asegurándose de que lo mirara a los ojos.