—Gracias, te llamaré cuando quiera que me recojas —dije al conductor, que fue asignado por Maximus para dejarme en el Café de Benita para encontrarme con Lamar y Jenny.
Recibí algunas llamadas de Lamar y entendí que algo había pasado entre Jenny y Rayden. Bueno, no estaba sorprendida.
—Hey —entré al café y noté a Benita poniendo morritos detrás del mostrador. Tenía una mano en su cintura y sus labios formando una línea recta.
La evité y fui directo hacia el fondo donde Lamar y Jenny ya estaban sentados. Sabía que Benita debía estar pensando que soy una persona sin vergüenza por seguir apareciendo en su café. Bueno, no podía decirle que no a Lamar, y no había otro mejor lugar que estuviera vacío a la hora de la tarde de esta manada.
—Gracias a Dios has llegado. ¿Cómo te sientes? —Lamar se levantó para darme un abrazo de lado, y cuando Jenny se levantó, me senté rápidamente, fingiendo no haberla visto.