Helanie:
—Otros llegarán pronto —informó Penn mientras servía café. Hacía tanto frío en la cabaña que Lamar y Penn habían hecho planes para conseguir algo de leña para la chimenea. Apuesto a que Jenny no había venido a esta cabaña en mucho tiempo, desde que su pareja apareció en la cabaña, y yo salí corriendo. O, mejor dicho, desde la última vez que tuvo sexo con Lamar. Eso sería incómodo ahora.
—Volveremos en breve, ¿vale? Helanie, ¿necesitas algo? —preguntó Penn, poniéndose su chaqueta.
—Sí, hermano, adelante, olvídate de mí ya —bromeó Jenny. Sin embargo, nadie se rió.
—¿Quieres algo? —Penn notó el malestar, así que se acercó a apoyar a su hermana, quien sonrió y saludó con la mano en respuesta.
—Ok, saldremos ahora —dijo Penn, ya que él era quien más hablaba.
Una vez que esos dos se fueron, la tensión en el aire se intensificó. Ambos sorbimos nuestro café, evitando el contacto visual.
—Este café está bueno —elogió.