Helanie:
Justo cuando decidí volver a casa y pensar en los comentarios de Rayden después, un coche pasó por mi lado. De repente se detuvo y luego retrocedió, esta vez parándose justo a mi lado.
Mi humor empeoró al instante cuando vi a Maximus y Kaye en el coche.
—¿Por qué has parado? —preguntó Kaye, rodando los ojos y rehusándose a mirar hacia mí.
—Mira, es nuestra querida hermanastra. Debe necesitar un aventón —dijo Maximus en tono burlón, y tuve que negar con la cabeza.
—Gracias, pero volveré caminando —respondí, continuando mi camino cuando Maximus se me acercó de nuevo y se detuvo abruptamente.
—¿Estás segura? ¿O quizás Rudy viene en camino a recogerte? —Maximus se burló de nuevo, esta vez utilizando el nombre de Rudy.
Resoplé, intensificando mi mirada hacia él mientras Kaye solo extendía su cuello, tronándose los nudillos.
—Vamos, ella no necesita que nosotros la llevemos —Kaye pareció desinteresado nuevamente.