357-Tomando La Postura Correcta

—En el momento que ella dijo eso, no pude evitar hacer algo imprudente. Agarré el vaso y le arrojé el agua en la cara para despertarla.

—¿Por qué demonios pensaba ella que yo querría que ella, de todas las personas, fuera el juguete de mi hermano?

—Parecía sorprendida, con la boca abierta, el agua goteando por su cara.

—Bueno, me arrepentí de hacerlo, pero fue un reflejo.

—Por no defenderte cuando todas las acusaciones te lanzaban", le dije, explicando por qué lo hice. "Y la otra mitad, por pensar que te veo como un juguete. Necesitas despertar ahora. ¿Por qué diablos estaría bien con eso?—grité.

—Ella se limpió la cara, y no pude evitar morderme la lengua torpemente. ¿Por qué me afectaba tanto que ella pensara tan bajo de mí? Nunca había actuado así con nadie. ¿Por qué estaba tan obsesionado con lo que ella pensaba de mí y por qué diablos estaba tan enojado con mi hermano?