—Felicidades por tu boda. Sé que no era lo que debías haber estado esperando, pero estoy tan feliz de que alguien haya dado un paso adelante para salvarte esa noche —Jenny siguió murmurando mientras sostenía mis manos, sonriendo de oreja a oreja.
—Primero tienes que contarme las buenas noticias —fruncí mis labios juguetonamente, tratando de obtener las noticias de ella.
Ahora se veía tan saludable y en forma. La última vez que la vi, estaba en un estado realmente malo. Estaba tan enferma y vomitando. Apenas podía mantener la comida en su estómago.
Lamar estaba sentado en la cama, mirándola con tanto amor y cuidado que tiró de mis fibras más sensibles. Los dos eran perfectos el uno para el otro.
—Fui al hospital y me hice la prueba, y llegaron los resultados —ella se rió, encogiendo los hombros para mostrar su emoción.
Mis ojos se abrieron y mi boca se abrió tanto como pudo, pero me quedé callada para dejar que lo dijera ella misma.