—¿Perdona, qué dijiste? —Tenía una sonrisa falsa en su rostro, pero sus palabras sonaban como una advertencia final para Kaye.
Probablemente tenía un minuto para retirar sus palabras y no interrumpir cuando ella estaba hablando conmigo. Como dije, toda su vibra estaba apagada la mayor parte del tiempo.
—Dije—Helanie ha luchado contra monstruos antes —Kaye repitió, sus hombros anchos de orgullo mientras me alababa por mi fuerza—. Y el lobo de Helanie es diferente a cualquier cosa que hayamos visto. Así que digamos que no se trata de que haya luchado contra una bestia débil y ganado. Mostró su lobo, del cual la gente sigue hablando por una razón.
La observé no perder la sonrisa ni una vez. Debe haber sido tan difícil para ella escuchar a Kaye elogiarme. Pero me sorprendió ver que su expresión se mantuvo igual que antes.