—¡Ah!
Un grito agudo y miserable salió de la boca de Nan Fan.
Tal sonido hacía que cualquiera que lo oyera se estremeciera involuntariamente.
En ese momento,
el brazo derecho de Nan Fan ya se había roto y caído al suelo.
Una gran y feroz herida apareció en la posición de su pecho.
Ríos de sangre fresca brotaban locamente de esta herida como agua fluyente.
Parecía que solo un poco más,
y el cuerpo entero de Nan Fan sería cortado por la mitad directamente.
—¡Hisss! —Nan Fan soportaba con fuerza el inmenso dolor, intentando evitar gritar.
Pero aún así,
el dolor intenso casi lo hacía desmayarse.
¡Dolía!
¡Dolía demasiado!
Soportando el extremo dolor, Nan Fan rápidamente tomó varios elixires que restauraban heridas de su Bolsa Qiankun y los metió en su boca.
Sin embargo,
la sangre aún no dejaba de fluir.
Al ver a Nan Fan en tal estado,
todos a su alrededor tenían caras llenas de choque.