¡Ah!
¡Aparecieron las apariciones ilusorias de nueve Elefantes Gigantes Antiguos, todos levantando sus cabezas al cielo y dejando salir rugidos que sacudieron los cielos y partieron la tierra!
¡El sonido de su trompeteo reverberó a través del firmamento!
Estos nueve Elefantes Gigantes Antiguos, cada uno de ellos alcanzando alturas de cientos de pies, daban un impacto visual inmensamente sorprendente con su presencia dominante y abrumadora.
Los Elefantes Gigantes Antiguos tenían patrones rocayosos por todo su cuerpo, aparentemente indestructibles.
En sus troncos había varios picos, que, aunque se referían a ellos como picos, a los ojos de los espectadores no eran menos que pequeñas montañas espinosas.
Sus colas se movían casualmente pero eran capaces de levantar vientos salvajes con facilidad.
Lo más llamativo, sin embargo, eran los ojos de los elefantes gigantes.