¡Puesto veinte!
El ascenso, todavía imparable.
Además, se volvía cada vez más dominante.
Qin Chen de la Secta del Cielo del Trueno.
Estas cinco palabras en este momento eran como oro que se fijaba en su lugar, brillante, deslumbrante, cegador.
Nadie podía ignorarlo, y todos no podían evitar mirarlo.
¡Puesto veinte!
Este nombre ya estaba muy por encima del puesto ochenta y nueve de Jang Chenglong.
Se podría decir que el rango de Jang Chenglong había quedado muy atrás sin dejar rastro.
Y además, esta tendencia de ascenso no mostraba signos de detenerse.
Él todavía estaba ascendiendo.
Y la atmósfera en la escena había pasado del shock, a los vítores, hasta la última emoción, y ahora, ya había entrado por completo en un estado de entumecimiento.
Como si, ese rango nunca fuera a detenerse.
¡El shock se había convertido en entumecimiento!
¡Puesto quince!
¡Puesto diez!
¡Puesto cinco!
¡Puesto tres!
—¡¡¡Cielos!!!
—¡Mis cielos! ¡Dios mío!