No era que Fang Feifei no confiara en las habilidades de Wang Ye.
Fang Feifei sabía que Wang Ye era muy fuerte en esta área.
Pero el problema clave era, no importa lo fuerte que fuera, ¿qué se podía hacer?
¡No había suficiente tiempo!
Si Wang Ye tuviera suficiente tiempo, ella creía firmemente que él podría encontrar muchas piedras de alta calidad, pero ahora, solo había veinticuatro horas disponibles.
Wang Ye observó la expresión en el rostro de Fang Feifei.
—¿Qué, no crees que pueda encontrar las piedras necesarias para la competición en veinticuatro horas? —preguntó al escuchar las palabras de Fang Feifei.
—No lo creo —negó Fang Feifei con la cabeza.
—Está bien, confía en mí —dijo Wang Ye en un tono casual.
Fang Feifei, escuchando sus palabras, cayó en la contemplación. ¿Debería confiar en Wang Ye?
La expresión en el rostro de Wang Ye le transmitió una cosa: que en la opinión de Wang Ye, esto no era un gran problema en absoluto.