La reunión concluyó, y el presidente de la Asociación de Artes Marciales de la Provincia de Xijiang se puso de pie, desprendiendo un aire de poder controlado.
Esta fuerza contenida solamente desprendía un aura extremadamente potente.
Era una sensación indescriptible e ineludible.
Y ahí estaba él, simplemente de pie, y aún así irradiaba una dominancia sin igual. Fue precisamente esta aura la que silenció a todos los demás en la reunión, asegurando su ejecución sin problemas sin necesidad de que él pronunciara una palabra.
Wang Ye anotó el nombre de este presidente, Yuan Shuo.
—¡Se levanta la sesión! —Tras terminar esta declaración, Yuan Shuo se marchó inmediata y decididamente.
Al presenciar esto, Wang Ye quedó aún más sin palabras. La fuerza que poseía Yuan Shuo parecía inmensa, probablemente la de un Guerrero Marcial de Tercer Grado, en la estimación de Wang Ye.
Sin embargo.