Al llegar a este punto en su discurso, Ma Jin gritó agudamente y declaró:
—¡Arresten a Wang Ye! Este juicio ha concluido. Wang Ye, como presidente de la Asociación de Artes Marciales de Yuncheng, ha abusado de su posición para realizar transacciones con otros por su propia cuenta. ¡Llévenlo bajo custodia primero, y luego seguirán el juicio y el castigo!
¡Zumbido!
Con estas palabras de Ma Jin, la expresión de Chai Yan cambió dramáticamente. No esperaba que, incluso en esta etapa, Ma Jin tomara tal decisión.
Wang Ye se burló, mirando a Ma Jin con desprecio en su voz:
—¿Qué, antes de pelear con él, tengo que anunciar mi fuerza exacta? ¿Para que él pueda decidir si apuesta o no contra mí por el puesto en la Asociación de Artes Marciales de Yuncheng solo después de creer que puede vencerme? ¿Y si siente que no puede vencerme, no necesita arriesgarse a competir conmigo?
Mientras Wang Ye hablaba, su tono estaba lleno de burla y desprecio hacia Ma Jin.