Ciertamente no quería que su habitación entera fuera destruida en los ataques de Wang Ye y la mujer.
Tras intercambiar un golpe con la mujer, Wang Ye gruñó, tambaleó varios pasos hacia atrás y se estrelló con fuerza contra la pared. Mirando a la mujer, sus ojos se llenaron de sorpresa.
—¡Esta mujer, a pesar de su bella apariencia que hacía que la gente quisiera recogerla y apreciarla como una flor delicada, en realidad poseía una gran fuerza!
Para nada tan débil y flexible como parecía en la superficie, ni siquiera recogible a voluntad.
—¡Guerrero Marcial de Tercer Grado!
La mujer, al mirar a Wang Ye, también sentía algo de sorpresa en su mirada.
En el momento en que lanzó su puño, ya sentía algo de arrepentimiento en su corazón.
Después de todo, podía sentir que la fuerza que había utilizado era un poco excesiva.
—¡Eso era porque, cuando sintió el poder que emanaba del puño de Wang Ye, subconscientemente quería protegerse y contrarrestó instintivamente!