Capítulo 514 ¡Dios Mío, Es Real!

El rostro de Morsan recuperó la confianza.

De su boca, surgió un canto bajo:

—¡Muere! —Quería ver a Wang Ye muerto.

Justo ahora, Wang Ye lo había estado persiguiendo sin descanso, incluso empujándolo al borde de la desesperación.

Pero ahora, ya que había recuperado la fuerza para contraatacar, estaba decidido a encargarse de Wang Ye de una vez por todas.

—¡Que persigas! ¡Persigue esto! ¡Matar!

El rostro de Morsan estaba marcado por una intensa confianza y una sed de sangre, y aunque la escena aún no se había desarrollado, Morsan parecía imaginar el espantoso espectáculo de su guadaña rojo sangre cortando a Wang Ye por la mitad.

De su boca, incluso una risa extraña, "kekeke", escapó. Sangriento pero frío.

Wang Ye observó cómo Morsan, que acababa de huir, ahora se dirigía directamente hacia él; Wang Ye se sorprendió levemente.

La guadaña rojo sangre, que venía hacia Wang Ye, le hizo sentir una verdadera sensación de amenaza.