Nuevo Juguete de Niño

—Se miraron mutuamente por un par de segundos antes de que él se alejara de ella.

—¿No has abusado ya suficiente de mí? —preguntó.

—Entonces, ¿a dónde vas después de que me marche? —insistió Theresa, cruzando los brazos.

—A casa —su respuesta fue cortante y breve.

—¿Casa? ¿Quieres decir donde no hay nadie? Tu madre está prácticamente en su lecho de muerte en el hospital y tu hermana está por ahí vendiendo lo único que te quedaba de tu padre sin pestañear. ¿Eso es un hogar?

—Bueno, al menos es mejor que quedarse alrededor de alguien que solo me mantuvo vivo porque quería vaciar mi cuenta bancaria —Theresa sonrió con suficiencia.