—Su Meilan, despida al señor Qin —se apresuró a decir Su Mingzhi.
—No es necesario, señor Su —dijo Qin Hao mientras caminaba.
No obstante, Su Meilan lo acompañó a la planta baja, y solo después de que Qin Hao se subió a su coche y partió, dio la vuelta para regresar.
Qin Hao llegó al laboratorio de la Fábrica de Alta Tecnología Xinghai.
Ahí estaban Chang Jing, He Tingting, Wang Bo y otros, y sobre la mesa experimental había un dispositivo de vigilancia inteligente de alto nivel.
Esto era exactamente lo que Qin Hao necesitaba.
—Señor Qin —le llamaron apresuradamente Chang Jing y los demás al verlo.
—¿Ya lo investigaron? —Qin Hao asintió levemente.
—Lo acabamos de probar, y no hubo ningún problema. La calidad del video es ultra-clara, e incluso sonidos muy bajos pueden ser detectados y transmitidos a la sala de vigilancia —respondió He Tingting.