Las mejillas de He Tingting estaban ligeramente rojas —¿No puedo solo conocer el nombre?
La expresión de Qin Hao permaneció tranquila, su mente girando rápidamente. Antes, solo Leng Xuan sabía sobre el Mecha, pero ahora había varios más. Sin embargo, estaba seguro de que podría controlar a los miembros del Batallón Guardia Leopardo Volador.
Pero no podía estar seguro sobre He Tingting. Si ella lo mencionaba casualmente al Señor Wang y a los demás, ciertamente se propagaría.
¿Qué debería hacer? ¿Matarla para esconder sus secretos?
Si la hubiera matado, ¿por qué se habría molestado en salvarla justo ahora?
Qin Hao cayó en un profundo pensamiento. Al verlo inmóvil, He Tingting no se atrevió a moverse, temiendo que pudiera hacer algo extravagante.
Unos minutos después, una leve sonrisa apareció en el rostro de Qin Hao mientras miraba a He Tingting —Aún somos considerados una pareja ahora, así que lógicamente debería contarte, ¿verdad?