Prometiste que no te irías

—A petición de Axel, se realizó una tomografía del cerebro de Alicia.

Las noticias no eran buenas.

Encontraron que tanto los lóbulos frontales como los temporales mostraban signos de lesiones. Era probable un efecto secundario de los daños a largo plazo en su cerebro a causa de Bitter Night.

Su cuerpo había dejado de curarse casi por completo. La cirugía había terminado finalmente, pero el resultado final era imposible de adivinar. El cirujano fue brutalmente honesto con Axel y le dijo que había una posibilidad muy fuerte de que ella nunca despertara de nuevo.

Por tres días, Axel esperó junto a su lecho. Se sentó a su lado en una silla toda la noche. Sostuvo su mano y le habló.

Axel sumergió el trapo en el agua tibia y lo escurrió tanto como fue posible. Luego, acariciando suavemente sus mejillas, lavó la cara de Alicia. Después, se desplazó hacia su cuello y hombros, limpiando el sudor y tarareando mientras lo hacía.