Ashleigh tomó una respiración profunda y sonrió a Caleb.
—Tienes razón —asintió—. Ni siquiera había pensado en eso, y sí, tienes absoluta razón. Deberías estar allí.
Caleb sonrió ampliamente.
—De verdad pensé que tendría que luchar más contigo en eso —se rió.
Ashleigh se unió a su risa.
—Honestamente, antes de que mencionaras a Cain, estaba lista para resistirme —sonrió.
—Me lo imaginé —rió él.
Ashleigh tomó una respiración profunda.
—Pero, eso también estuvo mal de mi parte —dijo suavemente.
Caleb la miró con el ceño fruncido. Ella le dio una sonrisa dulce que le dijo que se estaba abriendo a él.
—Necesito recordar —continuó Ashleigh—. Que ya no estoy sola. No tengo que hacerlo todo por mí misma. Siempre hay alguien a mi lado, listo para apoyarme y detrás de mí, listo para atraparme.
Ella se acercó a él, extendiendo la mano y colocando sus manos en su pecho mientras sonreía en sus ojos.