No muy lejos detrás

—Un coro de aullidos captó su atención —con un profundo pesar, Ashleigh se separó del abrazo de Caleb para mirar hacia el campo de batalla. Sus ojos se abrieron de sorpresa cuando vio el origen de los aullidos.

—Donde antes había un pequeño ejército de lobos salvajes e híbridos listos para tomar su turno en asesinarla a ella y a sus compañeros defensores, ahora había una fila de diez lobos grandes, todos de tonos marrones —se alinearon defensivamente entre el enemigo y Ashleigh y sus soldados.

—¿Quién...? —ella susurró.

—Caleb la atrajo más hacia él, arrullando su nariz contra su cabello.

—Risco Quebrado —él susurró con un suave beso en su sien.

—Ashleigh se separó de él y lo miró con una mirada interrogante.

—Caleb sonrió y la volvió atraer hacia sus brazos.

—Tenemos mucho de qué ponernos al día —él rió, besando su mejilla y acercándose para otro beso más íntimo.

—¡Mi Alfa! —el soldado más experimentado que se había unido a Ashleigh llamó.