¿Por qué él?

Hades

Sus palabras me arrancaron el aire de los pulmones, me robaron la fuerza de los músculos y me llenaron de un tipo de conmoción totalmente diferente.

—Lo tomaría todo de ti si solo estuviera mi vida en peligro —ella respiró, y vi como su expresión se endurecía, sus ojos oscureciéndose como nubes de tormenta—. Por desgracia, no es así. Las apuestas son más altas que yo... que nosotros. En peligro están ciudadanos que fueron mantenidos en la oscuridad acerca de las conspiraciones de mi familia —y del destino que traerá la Luna de Sangre.

Su voz vaciló, solo por un latido.

—Personas con vidas. Con amores. Familias. Sueños. Y aspiraciones. Los mismos inocentes que redujiste a estadísticas —pérdidas aceptables en tus grandiosas operaciones.

Su voz se quebró.

—Mi gente no son estadísticas. En este tribunal, en este consejo, testificaré por ellos.

El fuego en sus ojos resplandeció, y pude sentirlo quemando sobre mi piel.