CAPÍTULO 314
~Punto de vista de Zara~
Antes de dejar la casa, pensaba que mi mayor preocupación era que Nieve se enterara de que había tomado a Tormenta sin decírselo. Eso solo habría sido suficiente para que me pusiera en arresto domiciliario durante una semana.
Pero ¿ahora?
Ahora, Tormenta había desaparecido.
Y si Aira se enteraba... bien podría haber cavado mi propia tumba.
Busqué frenéticamente, mi respiración irregular mientras el pánico me arañaba el pecho. Mis ojos escaneaban cada rincón del parque, desesperados por cualquier señal de él. Pero había desaparecido.
—Kane —susurré, las manos temblando—. Él había tomado a Tormenta.
—¿Astrid? —llamé internamente, intentando alcanzar a mi loba de nuevo—. El silencio que me recibió me revolvió el estómago. —Astrid, por favor... te necesito.
Por un momento, no hubo nada. Luego, un pulso débil, una presencia familiar volviendo a la vida.
—Zara... —Su voz era débil pero presente, como si estuviera luchando contra algo.