CAPÍTULO 381
~Punto de vista de Zara~
En cuanto dijo eso, apreté la mandíbula. —Nunca quise esto —dije fríamente—. Nunca te quise. Esta es mi casa, y Zara es mi esposa.
—Sí —ella soltó, limpiándose los ojos.
—¿Qué demonios crees que estás haciendo? —mi voz era aguda y mi tono cargado de ira.
Vani retrocedió un poco pero rápidamente ocultó su expresión con una de falsa inocencia. —Snow, yo—yo solo estaba
—Solo estabas cruzando una maldita línea —gruñó él, su mirada gélida atravesándola—. No sé qué diablos pensabas, pero cualquier idea que tenías en la cabeza? Desechala. Ahora.
Vera tembló un poco, pero en cuanto lo hizo, todo esa fachada se desplomó completamente. —Desechala, ¿eh? Y ni siquiera pudiste decírselo sobre mí. —Me quedé helada.
Vani inclinó la cabeza, estudiándome como si finalmente hubiera encontrado un punto débil. —No pudiste decírselo —repitió, su voz ahora más suave, casi burlona—. Porque en el fondo, sabías que cambiaría todo.