CAPÍTULO 387
~El Punto de Vista de Snow~
La ropa de Zara todavía estaba allí. Su frasco de perfume estaba intocado sobre la cómoda.
Pero la bolsa de viaje que había visto antes, había desaparecido.
Se fue. Saqué mi teléfono y marqué el número de Zara. Fue directo al buzón de voz.
Otra vez.
Y otra vez.
Y otra vez.
Nada.
Glaciar gruñó. —Ella no está contestando.
—Nos está ignorando —dije entre dientes. Sin darle más vueltas ni perder más tiempo, giré sobre mis talones y salí de la habitación.
—¡Scott! —bramé.
En cuestión de segundos, mi mayordomo apareció al pie de la escalera. —¿Sí, Alfa?
—¿Dónde está ella?
Scott vaciló. —La Dama Zara se fue temprano esta mañana, antes del amanecer.
Mi cuerpo entero se tensó. —¿Y nadie pensó en decirme?
—Ella me instruyó que no lo hiciera, Alfa. Dijo que necesitaba tiempo.
—¿Tiempo?
—¿Tiempo para qué? ¿Para calmarse? ¿Para dejarme? —Tragué fuerte, intentando contener la oleada de emociones que amenazaban con arrasarme.