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CAPÍTULO 429
~Punto de vista de Zara~
Una sombra se movió a través de la niebla. Cerré los ojos, recitando: «No mires, no escuches».
—Kaid —murmuró otra voz. Más suave. Femenina.
Mi respiración se entrecortó. Madre. Apreté los dientes. —No. No eres real.
—Abre los ojos, hijo mío. Vuelve a casa.
Sus voces se enroscaban alrededor de mí, tentando y tirando de mí. Mis dedos se cerraron en puños. La niebla estaba jugando trucos. Ellos no eran reales.
Pero, por los dioses, sonaban tan reales.
—Has sufrido lo suficiente. Ya no necesitas luchar. Solo abre los ojos.
Apreté la mandíbula. —No —susurré—. No lo haré.
Creí que mi respuesta debía haber funcionado, pero tan pronto como el alivio me invadió, sentí el aire volverse extremadamente frío a mi alrededor, seguido por el odio profundo en sus voces.
—Entonces morirás en la niebla.
Sentí las frías manos alcanzándome. Y supe que, si no encontraba a Zara pronto, este lugar sería mi tumba.