La Guarida del Dragón

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CAPÍTULO 434

~Perspectiva de Kaid~

Le lancé mi mochila a Zara antes de avanzar y despojarme de mi ropa. El agua fresca acarició mis tobillos mientras me adentraba, sumergiéndome en las profundidades del río.

Tenía razón: el agua era diferente a cualquier cosa que hubiera sentido antes. No solo era fresca, pulsaba con energía, pequeñas chispas de calor encendiéndose contra mi piel dondequiera que las corrientes me rozaban.

Permanecí dentro solo el tiempo necesario, luego salí, sacudiendo el agua de mi cabello. Zara ya se había puesto de nuevo las botas, los brazos cruzados mientras observaba cómo el cielo se transformaba en el crepúsculo.

—Aquí. —Saqué de mi mochila una camisa extra y se la lancé—. La tuya todavía está húmeda y, no olvidemos, sudada.

Zara la atrapó, alzando una ceja.

—¿Estás seguro? Porque sí me quité el sudor de mi top.

Sonreí de lado.

—Preferiría que no te quejaras de tener frío toda la noche.