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CAPÍTULO 478
~Punto de vista del autor~
Davion se giró hacia el espejo al lado y se quedó completamente quieto. Su reflejo le devolvía la mirada con ojos que ya no eran los mismos.
Uno violeta.
Uno azul profundo y helado.
Su respiración se detuvo. «No... eso no es...»
Pero el espejo no mentía.
Davion se acercó, su mirada fija en los colores antinaturales que ahora latían suavemente en sus iris. El mismo color que
—Azul… Nieve —susurró.
Davion podía sentirlo. La magia del vínculo—en algún lugar, algo había resurgido. Levantó una mano y observó sus dedos temblar levemente.
Entonces una lenta, oscura sonrisa curvó sus labios. Un destello iluminó sus ojos desiguales, su voz un tono bajo y prometedor.
—Dije que venía, ¿verdad?
Se apartó del espejo y se enderezó, todo rastro de tensión se desvaneció cuando su habitual máscara de calma regresó—solo que ahora tenía una expresión determinada como armadura.
—Vengo a buscarte.