Encontrando a Morgan

—Esto debería significar algo, ¿verdad?

El silencio saludó la pregunta llena de esperanza de Ewan; tuvo que preguntar de nuevo, necesitando seguridad.

—Vamos, chicos, digan algo. Significa algo, ¿verdad? Miren... —Se acercó a sus amigos, quienes estaban mirando la pantalla de su teléfono, viendo el mensaje que Atenea había enviado hace unos minutos.

—¿Por qué preguntaría sobre mi bienestar y si he comido si no le importa? Tal vez...

—No quiero arruinarte la ilusión, Ewan, pero Atenea es así con todos, especialmente con sus amigos. Y por suerte para ti, incluso te aceptó como uno de ellos... Creo que deberías dejar ir este sueño inalcanzable de ser su marido nuevamente y enfocarte en ser un buen amigo.

—Técnicamente, todavía soy su marido —murmuró Ewan, negándose a aceptar la contribución de Zane.

Sin embargo, la mirada de Sandro cortó esa victoria rápidamente; habían hablado sobre lanzar esa cláusula matrimonial descuidadamente.