No fue una sorpresa cuando murmullos llenaron la habitación tras las ominosas palabras de Malakai. La mayoría de los susurros provenían de los estudiantes más nuevos que estaban digiriendo esta revelación escalofriante.
Los estudiantes élite experimentados, sin embargo, parecían completamente impasibles, sus expresiones rozando el aburrimiento como si ya lo hubieran escuchado todo antes. Era claro que estaban ansiosos por que los recién llegados se fueran para que el ritmo de la clase pudiera volver a su gusto.
Los ojos de Malakai recorrieron la habitación, su tono agudo cortando el ruido. —¿O pensaban que los hombres lobo eran los únicos seres sobrenaturales en su mundo, humanos? —Su última palabra estaba cargada de desdén, como si lamentara su ignorancia.