—Violeta sabía reconocer un error cuando lo veía, y en este momento, llevar esto puesto, aparecer de esta manera, era uno. Pero, de nuevo, tenía compañeros de piso que literalmente la habían emboscado, luchando para someterla sin ningún respeto por su autonomía personal.
Lila y Margarita le habían hecho el cabello, estilizándolo como si fuera alguna debutante de la realeza, mientras Ivy había realizado una sesión de fotos improvisada, haciéndola adoptar mil poses diferentes para fotografías que insistía en publicar en su Moonstagram.
Esa era la única razón por la que habían llegado a la fiesta tan tarde.
En este punto, Violeta no sabía cuál versión de Ivy prefería: la sassy pasada, celosa y territorial, o esta nueva Ivy dominante y perfeccionista que aparentemente había convertido refinar su imagen en su proyecto personal.
Honestamente, no sorprendería a Violeta si mañana en el desayuno, Ivy comenzara a enseñarle la manera "correcta" de sostener una cuchara.