Su Castigo - 1

El momento en que los pasos del Alfa Henry se desvanecieron por el pasillo, fue cuando Elsie salió de su trance.

—¡Maldita perra! ¡Lo hiciste a propósito, ¿verdad?! —chilló, lanzándose hacia Violeta con toda la gracia de un gato salvaje.

Pero no llegó lejos porque Asher estaba frente a Violeta en un abrir y cerrar de ojos. —Tócala —gruñó, su voz cortando el pasillo—, y te arrancaré la cara.

El poder del Alfa en su voz golpeó a Elsie tan fuerte que se congeló a mitad del paso, haciendo que sus ojos se abrieran y su respiración se detuviera. Incluso Caroline tambaleó en su lugar, sus labios se separaron en un desconcierto atónito.

—¿Asher? —respiró Caroline, como si tratara de procesar lo que estaba viendo, como si el chico que estaba delante de ella no fuera el mismo heredero elegante que una vez alabó.