Capítulo 383

—Señorita Wang, su situación actual es complicada. La mera estimulación de la lactancia no será efectiva. Puedo ofrecerle un masaje, y solo esto puede disolver los bultos internos y desbloquear todo naturalmente.

—Sin embargo, antes de eso, primero debemos tratar la herida. —Después de decir eso, fui a buscar la pomada.

—Esto no dejará cicatrices, ¿verdad? —preguntó la Señorita Wang con una cara llena de preocupación.

—No, no lo hará.

—El bebé tira tan fuerte porque probó un poco pero no fue suficiente, ¿quién no estaría ansioso? —Sonreí—. Una vez que las glándulas se limpien, el bebé podrá comer, y no tirará tan fuerte. Todos los problemas se resolverán.

—Eso tiene sentido...

—Ah... ¿qué es esto que estás aplicando? Es tan frío. —Cuando le estaba aplicando la pomada, la sensación helada la hizo temblar.

—Señorita Wang, no esté nerviosa, esto está hecho a base de una variedad de hierbas, es mi fórmula secreta. Es muy efectivo y actúa rápidamente. —Lo expliqué con una sonrisa.