Capítulo 540

Presioné ambas manos contra su firme pecho y empujé su suave y fragante cuerpo hacia la cama.

—Tú... déjame ir —ella exigió.

Habiendo perdido completamente su juicio, Liu Anqi maldijo y me golpeó hasta que, al darse cuenta de que yo era completamente indiferente, finalmente se detuvo, jadeando por aire, aunque su boca continuaba lanzando insultos.

En ese momento, estaba completamente cautivado por su suave y fragante cuerpo.

El cuerpo de esta mujer madura era maravilloso, suave y fragante, con sus dos pálidos montículos presionando contra mi pecho, su tierna retroalimentación hacía que mi cuerpo se sintiera completamente cómodo.

Además, mi erección presionaba ferozmente en la entrada a su misterioso Jardín de Melocotón y, aun a través de la tela de nuestras ropas, sutil fricción enviaba olas de placer a través de mí.

Además, sentí distintamente que sus bragas se habían humedecido, lo que debía significar que su rocío ya estaba desbordante.