Mis ojos estaban bien abiertos mirando, todo mi cuerpo se sentía como si estuviera en llamas, no podía contenerme en absoluto.
—Entonces déjame frotar un poco...
Diciendo eso, me incliné, exponiendo mi erección, presionándola contra la entrada de ese Jardín de Melocotón.
—Mmm...
—Hiss...
En el instante del contacto, ambos no pudimos evitar estremecernos un poco, arrastrados por el placer. Hao Meiyun también estaba intensamente estimulada, su delicado cuerpo temblaba. Probablemente pensó que esto se podría transferir a mí, pero poco sabía ella, que solo era una erupción ordinaria. Ni hablar de solo frotar, incluso entrar no presentaba problema.
—Mmm, qué picor, Xu Tian, frótalo rápido, hermana mayor tiene mucho picor...