—Uh... después de que regresaste, ¿te sentiste incómodo en algún lugar?
—Quiero decir, ¿te... pica?
Hao Meiyun me miró con ojos ansiosos.
—No, ¿por qué? —Fingí ignorancia.
—¿De verdad? —Hao Meiyun estaba algo incrédula.
No ofrecí una explicación y simplemente mostré mi firmeza para que ella la viera claramente.
Cuando vio que estaba limpio, una clara sombra de decepción parpadeó en sus ojos.
*¿No era su objetivo ayer infectarme?*
*Así que ahora que estoy bien, ¿no es natural que se sienta desanimada?*
—En realidad, ese tipo de enfermedad no se contagia tan fácilmente, y de todas formas no entré ayer —dije, hablando tonterías con seriedad fingida.
—Pero... pero aún así entraste en contacto con esos fluidos —dijo, algo molesta.
—Ahí es donde te equivocas; ese tipo de enfermedad requiere contacto profundo y prolongado para infectar —comencé a decir tonterías con cara seria.