Li Yifei no hablaba, pero se dirigió directamente hacia Chu Xiaoyao. Mientras tanto, los dos secuestradores comenzaron a retroceder paso a paso, como si estuvieran extremadamente asustados de Li Yifei.
—Detente... no te acerques más, o yo... yo la mataré —dijo el hombre con una fanfarronería temerosa, sacudiendo la cuerda en su mano.
Li Yifei soltó una risa fría y dijo —Entonces haz tu movimiento.
—Tú... ¡no creas que no me atreveré! —El hombre se acercó a Chu Xiaoyao y sacudió la cuerda, gesticulando cerca de su cuello, pero su mirada estaba fija en la ventana.
La mujer también miraba hacia afuera con una expresión de pánico, como si no fuera la entrada de Li Yifei lo que la asustaba, sino el temor de que Li Yifei había traído a muchas personas con él.