En la espaciosa sala, todos se sentaban juntos charlando y riendo. Pequeña Yifei corría por el suelo, todavía emocionada por la nueva casa. Y con Meng Xiaofei jugando apasionadamente con ella, la joven estaba aún más feliz.
Ning Xin'er también estaba aquí hoy, con una sonrisa radiante que difería significativamente de los dos días anteriores. Aunque antes no parecía particularmente sombría, su calma ahora había sido reemplazada por una expresión resplandeciente, como si hubiera descubierto algo encantador.
Esto hizo que Xu Yingying se sintiera algo sospechosa, pero era consciente de que Li Yifei no podía dejar a Su Mengxin y no tendría tiempo para que sucediera algo con Ning Xin'er. Ella preguntó:
—Ning Xin'er, pareces estar de tan buen humor hoy.
La sonrisa de Ning Xin'er se profundizó y dijo: