La atmósfera frente a la escuela estaba más animada que nunca.
Todas las personas allí, fueran estudiantes o maestros, estaban muy emocionadas.
Tang Hao era un alumno honorario del Primer Instituto, lo que significaba que todos podían compartir su gloria.
Muy pronto, el coche negro que avanzaba por el camino se detuvo frente a la entrada de la escuela.
—¡Está aquí! ¡Está aquí!
Todos en la multitud comenzaron a vitorear.
Muchos estudiantes corrieron hacia el coche, mientras los administradores de la escuela se arreglaban la ropa y lucían sonrisas ansiosas en sus rostros.
La puerta del coche se abrió bajo la atenta mirada de todos.
Sin embargo, fue el conductor quien salió primero del coche. Se dirigió a la parte trasera y abrió la puerta con respeto.
—¡Está saliendo!
Todos contenían la respiración. Se sentían más emocionados que nunca.