Una Nueva Era

—Aquí, compañero cultivador Tang, ¡estas pieles son para ti!

Un anciano maestro taoísta se acercó a Tang Hao, arrastrando los cadáveres de varios líderes del clan de hombres lobo.

—¡Gracias! —Tang Hao los aceptó sin dudar.

Esos ancianos hombres lobo tenían una base de cultivación fuerte y sus pieles eran tesoros. Sería mejor si se convirtieran en abrigos de piel.

¿Era cruel? Para Tang Hao, esos hombres lobo eran monstruos malvados.

—¡Camarada Tang Hao! —el General Bai y los demás subieron al crucero. Sus rostros estaban rojos de emoción.

—Esa fue una batalla increíble. ¡Eso demostrará lo impresionante que es Huaxia! Me gustaría ver a cualquier otro cobarde intentar hacer el mal en Huaxia —el General Bai se veía catártico.

—Esa fue una pelea tan catártica. Me gustaría ver a alguien menospreciar a Huaxia de ahora en adelante —sonrió el Maestro Taoísta Zhen Yang emotivamente.

—¡Una nueva era se acerca! —dijo otro anciano maestro taoísta mientras se acariciaba la barba.